ARTÍCULO

En el año 1979, la Organización Mundial de la Salud  edito su primer libro titulado Habitual Physical Activity and Health en que hacía comprender a la comunidad científica de la importancia de estimular al metabolismo energético de manera periódica con el fin de contribuir al balance calórico, el que estaba siendo alterado por la disminución significativa  del gasto calórico diario o de la actividad física cotidiana y sin embargo la población estaba comiendo lo mismo que hace algunas décadas pero tenía una mayor cantidad de energía gastada por el movimiento ya sea en el ámbito laboral , escolar, hogareño y también en la forma de pasar el tiempo libre la que hoy  esta siendo tecnificada y requiere de menor gasto energético.

Algunos estudios aseguran que para lograr beneficios, la actividad física debiera generar al menos un gasto energético adicional diario de 200 kcal. Sin embargo, la abundante literatura en el área de la fisiología del ejercicio, permite aseverar que los beneficios del ejercicio se logran únicamente  cuando se mejora la condición física del sujeto, mientras que el gasto de energía por actividad permite acercarse al logro del balance energético.





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